Lo mejor del Planeta Extraño

PODRIAN LOS DINOSAURIOS AVANZADOS GOBERNAR OTROS PLANETAS?/COULD ADVANCED DINOSAURS RULE OTHER PLANETS?

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  From The American Chemical Society Traducción Eduardo Ink (Loxley) Los T-Rex gobernando los mundos? Una nueva investigación científica plantea la posibilidad de que versiones avanzadas de T.rex y otros dinosaurios, criaturas monstruosas con la inteligencia y la astucia de los humanos, puedan ser las formas de vida que evolucionaron en otros planetas del universo. “Sería mejor que no los cumpliéramos”, concluye el estudio, que aparece en el Journal of the American Chemical Society.

LAS RUINAS LUNARES

 


Las ruinas de la Luna, las que Armstrong y Aldrin filmaron en 1969, un tema que la NASA no habla pero ya hablará. La inminente llegada de las naves a la Tierra y la presión política que todo esto les causará los obligara a DECIR LA VERDAD.

Leido en LA VERDAD de Murcia,España

Miles de espectadores de TVE vieron el 11 de enero de 2004 a Neil Armstrong y Buzz Aldrin explorando edificios en ruinas en el Mar de la Tranquilidad, en la Luna. 'Imágenes inéditas', se leía sobreimpresionado. Y Juan José Benítez decía: «Ésta fue la verdad, la única y secreta verdad. Aquel 21 de julio de 1969, Armstrong y Aldrin se alejaron escasos metros del módulo, filmando esta increíble construcción. 


Esta película, de 14 minutos, jamás fue difundida por la NASA». Numerosas copias del fragmento de la filmación emitido por TVE pueden verse en la actualidad en YouTube, bajo títulos como Vídeo censurado del viaje a la Luna y Construcciones en la Luna ocultadas por la NASA.

El ufólogo navarro sostiene que hace 39 años «el mundo, una vez más, fue engañado», que nos ocultaron el hallazgo de ruinas alienígenas en el satélite terrestre. A él se lo contó «un alto militar norteamericano», ya fallecido y cuya identidad nunca ha revelado, que consiguió hacerse con una copia de la película rodada en el Mar de la Tranquilidad, la que muchos creen todavía que se vio en TVE hace cuatro años. Un documento único porque los vestigios extraterrestres ya no existen: Washington los destruyó con bombas atómicas. Pero el militar desconocido no es el único que afirma que los astronautas encontraron construcciones en la Luna.

Un espía inexistente

Quien primero habló a Benítez de las ruinas lunares fue Carlos Paz Wells, un peruano que en los años 70 decía estar en contacto con seres de otros mundos. «Tenemos constancia de que los norteamericanos también conocen la existencia de las antiguas instalaciones de la Confederación (una unión planetaria al estilo de Star Trek). Y, según los guías, los lanzamientos

Estas son algunas de las imágenes que la NASA calificará como "falsas" pero que són los edificios que EEUU destruyó en la Luna.

realizados por los distintos Apollos de pequeñas bombas nucleares contra la superficie de la Luna no tenían la única finalidad de medir los posibles movimientos telúricos del satélite. Muy al contrario. La verdadera intención de los norteamericanos era destruir dichas instalaciones, cuyas posiciones conocían de antemano», afirmaba Paz en Ovnis: SOS a la Humanidad (1975), la obra de Benítez dedicada a las andanzas del Instituto Peruano de Relaciones Interplanetarias.

Otra fuente, terrestre, confirmó poco después a Benítez la pasada presencia alienígena en la Luna. En 1979 llegó a las librerías españolas la obra Bases de ovnis en la Tierra. Su autor, Douglas O'Brien, decía ser un espía de la CIA arrepentido, afincado en nuestro país. El libro era en realidad una novela firmada con pseudónimo por Javier Esteban, entonces un joven de veintiún años. «Para escribir la novela era preciso crear historias con fechas, lugares, etcétera. Para evitar la tarea de inventar miles de datos, acudí a las hemerotecas y tomé nota de miles de diversas fuentes: periódicos, revistas... De esta forma, incluía datos auténticos de sucesos ocurridos, tales como accidentes de aviones militares, expulsiones de diplomáticos, detenciones de espías, etcétera».

Esteban salpicó su relato del espía arrepentido de accidentes de ovnis y asesinatos. Varios ufólogos contactaron con él, creyendo que hablaban con un ex agente de la CIA, y el joven les siguió el juego. Algunas de sus historias acabaron publicadas en periódicos, revistas esotéricas y libros de platillos volantes como hechos reales. Revelaba en su libro, entre otras cosas, que, tras


descubrirse «cinco bases o lugares de estacionamiento distintos de ovnis en la Luna», EE UU las había destruido con bombas atómicas. «Lo gracioso del asunto es imaginar a personas en su sano juicio investigando la verosimilitud de tales disparates», recuerda el autor de Bases de ovnis en la Tierra.

De Guipúzcoa a la Luna

Como en toda conspiración que se precie, en ésta también hay de por medio un presunto empleado de la NASA. Se llamaba Alan Davis y murió en Sevilla hace unos años. Decía ser ingeniero de Telecomunicaciones y que, en la noche de la llegada del hombre a la Luna, había visto en la estación de la NASA de isla de Antigua unas imágenes que ocultó al resto del mundo. 

Según varios ufólogos, era el encargado en la base caribeña de cortar la señal de televisión si sucedía algo inconveniente, y es lo que hizo cuando los astronautas del Apollo 11 se dieron de bruces con los edificios extraterrestres. «Es mentira. Nadie podía cortar la señal. Todo eso de las ruinas en la Luna no son nada más que tonterías», sentencia Luis Ruiz de Gopegui, director de la Estación de Seguimiento de Fresnedillas de la NASA en tiempos del proyecto Apollo.

La instalación madrileña era una de las tres estaciones claves en las comunicaciones con los astronautas, junto con las de California (EE UU) y Canberra (Australia). «En el momento del alunizaje, correspondió a Fresnedillas estar en contacto con la nave. Cuando Armstrong y Aldrin abandonaron el módulo lunar, era California», indica Ruiz de Gopegui. Los conspiranoicos argumentan que la NASA ocultó -¿para qué?- la existencia de los edificios y que hay que creer a Alan Davis. «¿Por qué se va a dudar de una persona que tiene esa valentía?», dice uno de sus amigos. Por una razón muy simple, porque ni él ni nadie ha presentado nunca una sola prueba que

Naves extraterestres estacionadas en la zona de un cráter en el lado oscuro de la Luna, flotas completas de naves estacionadas. Quienes son y que quieren?

respalde sus extraordinarias afirmaciones, equiparables a las de quienes sostienen que ningún avión se estrelló contra el Pentágono el 11-S.

Y es que la película que mostró Benítez en la penúltima entrega de la serie Planeta encantado no es una documento grabado en la Luna, a pesar de que apareciera sobreimpresionada la leyenda 'Imágenes inéditas'. La filmación es una recreación, un encargo del ufólogo a Dibulitoon Studio, una firma de animación radicada en Irún. Los astronautas que recorrían edificios en la Luna eran guipuzcoanos. Ésa es la verdad, la única y pública verdad.




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